Benito Balam, explicó muy brevemente que hay cuatro tipos de factores de riesgo; culturales, familiares, biológicos y psicológicos. Añadió características de cada uno de estos factores.
Luego vino una experiencia dirigida por Rosa Ma. Sanchez donde primero hicimos silencio para escucharnos muy profundamente y conectar lo que desde muy dentro de cada uno significa el riesgo y el amor. Después la dinámica fue de escucharnos por parejas muy atentamente lo que nos sucedió y después "devolver" lo que cada quién escuchamos del otro.
El aprendizaje de esa breve dinámica es profundo, lo expresó una mamá cuestionándose: "¿cuántas veces escucho así a mis hijos?". Atentamente, sin preguntar, sin interrupciones, escuchando con todo el cuerpo y mirando a los ojos.
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