viernes, 29 de mayo de 2009

ARTE, exposición


domingo 7 de junio de 11 a 13 hrs. Con la maestra Graciela Centeno
Exposición de trabajos de Artes Plásticas

mañanitas a papás y mamás

viernes 19 de junio a las 8:30 hrs.
duración: 40 min

con mucho cariño de l@s niñ@s y maestr@s para ustedes

foto de generación

fecha: martes 2 de junio

costo:
$55 (se entrega en folder, logo escuela, nombres de compañer@s)
$85 (dos fotos para quien tiene dos hij@s)
$125 (tres fotos, tres hij@s)

viernes, 22 de mayo de 2009

COOPERAR CON LA CRUZ ROJA


es informamos que la CRUZ ROJA realiza su colecta anual, el donativo es de $ 5.00 (cinco pesos) y a cambio nos da un lápiz, les pedimos que hagamos un esfuerzo por apoyar a dicha institución. Gracias

VIAJE DE FIN DE CURSOS


Se les comunica que el viaje programado a Valle de Bravo se realizará con IKAROS con el Sr. Franchesco en las instalaciones de PAPIJOS y MAMIJAS aquí en Léón Gto. no hay cambio en la fecha programada (15, 16 y 17 de junio), es un lugar cercano que cuenta con instalaciones adecuadas para realizar actividades recreativas muy bien planeadas por sus organizadores, es seguro y de fácil acceso y el costo se redujo a 1500.00 ( mil quinientos ) incluye, traslado, comidas, hospedaje y actividades. Están invitados los alumnos de 2ª a 6ª de primaria, esperamos contar con la participación de tú hij@.

6o PRIMARIA. AVISO


Foto Ruiz tomará fotos para certificado en las instalaciones de la escuela :

28 de mayo a las 8:30

La SEG no entregará los certificados de todo el grupo, sí faltará un solo alumno por entregarlas.

Las fotografías deben cumplir con los siguientes requisitos:

* Tamaño infantil, de frente, fondo gris claro ( no oscuro ya que después no se puede observar el sello de la SEP y no será valido), en mate, (que no sean fotos al minuto), cara descubierta.

* Las mujeres con el cabello recogido, sin moños, sin lentes y sin aretes.

* Los hombres con camisa blanca y corbata, bien peinados ( sin picos).


Se les suplica que manden a sus hijos como indican los requisitos para la fotografía.

El costo de 6 fotografias es de $ 50.00, sí esta de acuerdo en que sea tomada en la escuela por favor pagar antes del 29 de mayo. Se mandó un formato de autorización para que llenen y entreguen.

lunes, 18 de mayo de 2009

Educación Tradicional VS Educación Contemporánea

de Roberto CABALLERO P.

En Todos los tiempos la educación ha constituido uno de los temas clásicos de discusión, planteamientos tales como para qué educar, cómo educar y a quién educar, han dado origen a lo largo de la historia a infinidad de concepciones y proyectos en torno a la educación del hombre.

Problema que desde luego nunca ha sido, ni será fácil de resolver, sin embargo, en nuestros días la educación viene a ser uno de los aspectos de mayor polémica –más que ningún otro momento de su evolución histórica-, polémica que además no sólo queda restringida a los círculos de carácter estrictamente pedagógico o filosófico, no, la discusión, la reflexión y la crítica en torno a las distintas formas, expresiones y momentos de la educación se extienden a todos los sectores de la población.

Hay una comprensión creciente del valor de la educación por parte de toda la sociedad, si bien creo que debemos pensar tal comprensión no es ni gratuita, ni menos aún caprichosa, obedece sin duda a un gran número de causas, de entre las que cabe citar algunas de las más importantes: en primer lugar, actualmente contamos con una población mucho más numerosa que hace veinte o treinta años, y esto arrastra consigo una mayor demanda de educación: una mayor cantidad de individuos deben ser educados y a su vez reclaman educación; en segundo lugar, el desarrollo de la civilización contemporánea exige individuos mejor preparados y capacitados en el desempeño de diferentes tareas, aspecto que viene a reflejarse de forma directa en la calidad de la educación; en tercer lugar, encontramos un crecimiento de expectativas con respecto a la educación por parte de todos los miembros de la sociedad, esto es, hay un mayor nivel de aspiraciones educativas, en fin, podríamos dedicar gran parte de nuestro tiempo y de nuestras reflexiones a tratar de identificar las múltiples causas que han dado lugar a una peculiar situación de crisis dentro de la educación (Coombs, Suchodolkski y Manacorda, Faure, Thomas…), crisis que se ha impuesto con matices y características diferentes en cada sociedad, pero que al fin de cuentas podemos calificar de “mundial”.

Ahora bien, dentro de esta crisis y de forma particular uno de los aspectos que más reflexiones ha suscitado es a saber el tema que hoy nos ocupa, la oposición establecida entre la educación tradicional por un lado y por otro la educación contemporánea, o en otros términos, la educación de nuestro pasado vs. La educación de nuestro presente; polémica que por demás llega a ser casi cotidiana, pero que, curiosa y paradójicamente aun a pesar de estar de moda, resulta ser tan vieja como la misma educación.

Durante siglos cada nueva generación ha cuestionado los modelos de educación que las “viejas” generaciones les han heredado, basta con hacer una revisión de la historia de la educación para apreciar este fenómeno, ya por ejemplo en la Roma antigua, Tácito ponía en tela de juicio dicha oposición.*

Desde esta perspectiva, este fenómeno a mi parecer es uno de los viejos problemas no resueltos de la educación y que encuentra tal vez una de las razones a esta no-resolución, en ser –la educación- un fenómeno específico y concreto, que se encuentra determinado de forma interna por sus distintas expresiones y la dinámica ejercida entre ellas, esto es, en lo que corresponde a su ser, y de forma externa por condiciones políticas, económicas y sociales que encauzan de algún modo su debe ser; la cuestión en suma es muy compleja y como resultado tenemos que los modelos heredados no corresponden nunca a las nuevas circunstancias que en un momento determinado llegan a imperar.

De esta forma la oposición establecida entre Educación tradicional y Educación contemporánea abarca dos dimensiones de un mismo continuo, por un lado la dimensión que podemos identificar en la relación pasado-presente y por otro lado la dimensión presente-futuro; en la primera de ellas la educación cumple con una función esencial de transmisión de un universo informativo básico y esencial para toda nueva generación, en la segunda relación, se cumple una función de transformación y revisión crítica que postula nuevos horizontes al mismo continuo, así de forma sucesiva el juego y la relación entre estas dos dimensiones se va presentando de época en época, de lugar en lugar como una constante histórica.

Sin embargo, en nuestra actualidad la oposición se manifiesta de forma extremadamente aguda, no sólo en función de algunos de los aspectos que ya hemos señalado, sino debido más que nada a lo que podría identificarse como una “Revolución del Cambio”, en la que participan de forma conjunta, simultánea e impactante la ciencia, la técnica, la cultura, la política y la economía.

Nos desenvolvemos como resultado de esto en una época de transición en la que se operan cambios de extensión y profundidad sin precedente alguno en la evolución de las civilizaciones; vivimos en una época en la cual el concepto capital del tiempo es la transitoriedad. Transitoriedad de cosas, lugares, organizaciones, valores, concepciones e ideales,2 en fin, vivimos en una época en la que “todo pasa” como ya lo ha señalado un viejo filósofo y poeta,3 pero en la cual más abrumador que la sucesión continua y permanente de los cambios mismos es sin duda, la velocidad vertiginosa de éstos.

En esencia es ésta una época desconcertante en la que a cada minuto –y no digo ya segundos- nos enfrentamos a un universo nuevo, casi desconocido. Un universo totalmente diferente que plantea al hombre un conjunto impresionante de desafíos.

Cabe preguntar ahora si tal fenómeno tiene alguna repercusión e implicación con respecto a la educación, la respuesta sin duda nos señala que ni una repercusión, ni una implicación sino “múltiples y variadas”.

El cambio plantea a la educación y a todos aquellos comprometidos en tareas educativas, cuestiones y exigencias cuya amplitud, profundidad y variedad conmociona la estructura tradicional de la educación. Por lo tanto, si la educación como algo propio y exclusivo del hombre, apunta a su formación, ¿qué sucede con el hombre que ha sido formado – y con esto quiero decir, que ha sido educado- en la tradición de acuerdo a un conjunto múltiple de normas y patrones rígidos, en un recinto en exclusivo dedicado a ello; todo esto establecido en circunstancias radicalmente diferentes a las imperantes? Sin lugar a dudas, enfrenta una situación de crisis que se proyecta en la falta de comprensión, ubicación y manejo de la realidad, y es justo este aspecto el que nos obliga a cuestionar la educación, a cuestionar fines, realidades y modalidades educativas así como el conjunto de tareas que relacionadas se despliegan para alcanzar su realización.

Así, la educación afronta un gran reto social: perfilarse hacia el porvenir “creativamente” proponer nuevos proyectos educativos centrados todos ellos en la imagen del hombre del futuro, e insistiría en esta cuestión pues toda reflexión sobre la educación va precedida de una reflexión primera sobre “el hombre”: ¿cómo debe ser el hombre del mañana?, ¿qué tipo de formación merece quien ha de vivir en una sociedad transitoria, cambiante y por lo tanto “incierta”?; únicamente a partir de reflexiones de esta naturaleza podemos redefinir y recrear nuestra educación a fin de que mediante ésta se asegure al hombre el pleno desarrollo de sus capacidades y la plena comprensión y dominio de su ambiente.4

Pero intentemos precisar aún más algunos puntos, ¿qué podemos pedir a una educación orientada hacia el porvenir?

En lo que corresponde al pasado de nuestra educación, descreer de “tradiciones” sólidamente arraigadas y anquilosadas en nuestros sistemas y prácticas educativas como:

1. Considerar que la educación es un bien que se adquiere de una vez y para siempre en la vida del hombre. Donde aprende o a veces, se le imponen conocimientos y concepciones enciclopédicas que se creen suficientes para el desarrollo de toda su existencia.
2. Pensar que la educación sólo se limita a una época de la vida del individuo, esto es, que únicamente el “tiempo educable” es el que corresponde a la infancia y a la juventud.
3. Sostener que la escuela es el único factor educativo, relegándose por tanto a este medio responsabilidades y tareas concernientes a otros medios como la familia, la sociedad y otras instituciones.
4. Aislar la educación del mundo real como si fuesen dos sectores aislados y en ocasiones hasta contradictorios.
5. Creer que la función única y esencial de la educación es la mera reproducción de esquemas y tradiciones, así como la pura adaptación del individuo a la sociedad.
6. Dividir los períodos de educación y trabajo como si sólo en el primero de ellos fuese permitido aprender.

En síntesis, tenemos que afirmar que los idílicos días en los que se pensaba que la educación estaba reservada para una edad y era impartida sólo por la escuela en la que se transmitía un saber milenariamente acumulado, hoy han desaparecido. Nadie estará en desacuerdo en opinar que las finalidades, las tareas y los medios de la educación en nuestra actualidad deben ser radicalmente diferentes, ya que, a un hombre nuevo le corresponde una educación nueva.

En lo que corresponde a la Educación del porvenir convendría considerar las siguientes cuestiones:

1. La educación es un proceso que debe extenderse a lo largo de toda la existencia humana, por lo cual debemos oponernos a considerar un “tiempo educable” específico y determinado. El hombre ha de vivir educándose toda su vida.
2. De aquí se desprende que las distintas formas, expresiones y momentos de la educación rebasan en mucho y hasta radicalmente los límites de la escuela, pues ésta no es sinónimo de educación; aunque ha contribuido al quehacer educativo; hoy debe renovar su estructura, métodos y técnicas así como contenidos, de suerte que no se aprecie al margen de los cambios que nos apremian.
3. La educación debe vincular al hombre a su realidad, lejos de distanciarlo, debe insertarlo en ella y proveerle y facilitarle los medios necesarios para asegurarle un dominio creciente sobre el medio, así como la posibilidad de anticipar soluciones a los cambios venideros.
4. En virtud de que la realidad educativa se manifiesta en las siguientes organizaciones: escuela, familia y sociedad; las tareas de cada una de ellas deben redefinirse. En lo que corresponde a la escuela ésta debe reestructurar su finalidad así como el total de mecanismos que emplea para cumplir sus metas; la familia sin duda debe renovar su potencialidad como un núcleo básico de formación, de forma inmediata debe planificar la educación de sus miembros y no dejarla al mero azar o intuición; en lo que corresponde a la sociedad también debe reorientar la acción de ciertos agentes que intervienen en el proceso educativo. Todo ello tendiente a una síntesis educativa.
5. La educación en su conjunto deberá formar a los individuos para participar de realidades sociales, económicas, políticas, culturales, científicas y tecnológicas distintas a las actuales, realidades que en efecto son difíciles de anticipar pero que hoy todos sabemos que sobrevendrán rápidamente.

Finalmente podemos señalar que estos aspectos en verdad son todos ellos seductores y que su realización dependerá en todo caso no sólo y únicamente de todos los que estamos comprometidos en la educación, sino también de los recursos científicos y técnicos de los que dispongamos el día de mañana. El reto aunque difícil, no es imposible de superar y estamos ahora sin duda obligados –todos- a proponer el mayor número de alternativas viables para la educación de hoy y de mañana, con miras a superar no sólo vicios sino factores que provenientes de la tradición detienen el avance educativo y social.



OBRAS CONSULTADAS

1. BONBOIR, ANA. Una pedagogía para mañana; tr. Dolores Blasco. Madrid, Morata, 1975. 208 p.
2. COOMBS, PHILIP H. La crisis mundial de la educación; tr. Montserrat-Solanas; 4 ed. Barcelona, Península, 1978. 331p
3. FAURE, EDGAR y otros. Aprender a ser, la educación del futuro; tr. Carmen Paredes de Castro; 5 ed. Madrid, Alianza Editorial, 1977. 426 p. (Alianza Universidad, 33).
4. LATAPI, PABLO. “¿La educación que merecemos?”. En Los 80, el futuro nos visita. México, CONACYT, Vol. 109, 1980: 56-63.
5. L’ENGRAND, P. Introducción a la educación permanente; tr. Pedro Vilanova. Barcelona, Teide/UNESCO, 1973. 169 p.
6. PEREIRA, L. MANUEL. “Entorno a la educación permanente”. En La Educación. OEA. Número especial, 1977: 5-23.
7. PIAGET, JEAN. A dónde va la educación; tr. Pedro Vilanova; 2 ed. Barcelona, Teide, 1975. 110 p. (Hay que saber).
8. RICHMOND, W.K. La revolución de la enseñanza; tr. Juan Estruch. Barcelona, Herder, 1971. 254 p.
9. SALVAT. La explosión educativa. Barcelona, Salvat Editores, 1975. 141 p. (Biblioteca Salvat de Grandes Temas, 64).
10. SILVA, ALBERTO. La escuela fuera de la escuela, la educación de las masas; tr. Prudencia Asilu. Madrid, Atenas, 1973. (Conocer al hombre).
11. SUCHODOLSKI, B. y M. MANACORDA. La crisis de la educación. México, Ediciones de Cultura Popular, 1975. 153 p.
12. TACITO. Diálogo sobre los oradores; tr. Roberto Heredia. México, UNAM, 1977. (Biblioteca Scriptorum Graecorum et Romanorum Mexicana).
13. THOMAS, JEAN. Los grandes problemas de la educación en el mundo; tr. Josefina Careaga. Madrid, Anaya, 1976. 160 p. (Ciencias de la Educación).
14. UNESCO. La educación en marcha. UNESCO/Teide, 1976. 378 p. (Colección UNESCO Programas y Métodos de Enseñanza).